Powered By Blogger

lunes, 24 de mayo de 2010

ANTOJO





Otra vez este clavo en mi cabeza, en el entrecejo para ser más exacta, encriptado, provocando un malestar recurrente, el del recuerdo de tu olvido.
Ayer eras un perfume que aleteaba en mi nariz. Tu repentina y desconcertante aparición, un efímero deleite de esa fragancia tuya que tan súbitamente se desvanece.
Hoy no regreses por favor, si es sólo para confirmarte que sigo ahí, en el mismo lugar.
Y si se te antoja volver, que sea para darme paz, retirálo con la pinza carnosa de tus labios y entonces, regaláme la persistencia de tu aroma, quedándote.